30 Oct                                            
                                        
                
                El país perdió a un hombre de Estado, un intelectual de la política y un servidor público comprometido. En palabras de sus colegas, Gustavo Aliaga deja un legado de integridad, tolerancia y amor por su patria.
Bolivia perdió a uno de sus diplomáticos más reconocidos y queridos. Gustavo Adolfo Aliaga Palma, diputado nacional por Comunidad Ciudadana (CC), falleció a los 70 años. Su partida ha generado un profundo pesar entre autoridades, colegas y amigos, que recordaron su trayectoria, su inteligencia política y su calidad humana.
La noticia fue confirmada por el expresidente Carlos Mesa, líder de CC, quien expresó en sus redes sociales: “Se ha ido un amigo entrañable y un gran boliviano, el querido Gustavo Aliaga. Tantos afectos se van con él. Diplomático, diputado nacional, pero sobre todo, una extraordinaria persona. Un abrazo por siempre, Gustavo”.
En la Asamblea Legislativa Plurinacional, el vicepresidente David Choquehuanca pidió un minuto de silencio en memoria del parlamentario. “Acaba de fallecer el diputado de CC, Gustavo Aliaga. Pido un minuto de silencio… Honor y gloria al diputado Gustavo Aliaga”, expresó visiblemente conmovido durante la sesión.
El exmandatario Jorge Tuto Quiroga, también amigo cercano de Aliaga, escribió un mensaje de despedida: “Mi corazón está roto. Un amigo del alma acaba de partir, un diplomático excepcional se nos fue, un servidor público como pocos está camino al cielo. Duele como la pérdida de un hermano”. Acompañó su mensaje con un recuerdo afectuoso: “Changuito, hijito —como nos llamábamos siempre—, te voy a extrañar ahora más que nunca”.
Desde Santa Cruz, el gobernador Luis Fernando Camacho también lamentó su partida: “Un político carismático y tolerante, diplomático de carrera, que trabajó intensamente por la unidad de la oposición democrática. Dios dé consuelo y fortaleza a su familia y reciba en su reino a este boliviano ejemplar”.
El diputado Alberto Astorga, compañero de bancada, relató que Aliaga había sido sometido a una operación y luego ingresó a terapia intensiva, donde finalmente falleció. Lo recordó como un legislador “coherente, intachable y transparente”.
Una vida dedicada al servicio del país
Egresado de la Academia Diplomática de Bolivia, Aliaga obtuvo maestrías en Relaciones Internacionales y Política Económica Internacional en la Universidad de Belgrano (Argentina). Su carrera diplomática comenzó en 1979, durante la Asamblea General de la OEA celebrada en La Paz.
A lo largo de su vida ocupó cargos clave: secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto; secretario general de la Vicepresidencia y de la Presidencia del Congreso Nacional (1997–2002); viceministro de Coordinación Gubernamental (2001–2002), desde donde lideró la restauración del Palacio Quemado, la medalla presidencial y otros símbolos del poder del Estado.
En 2008 fue asesor general del Senado, y en 2017 coordinador del Consejo de Expresidentes, que acompañó la defensa de Bolivia en los procesos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Desde 2020 ejercía como diputado por La Paz, representando a Comunidad Ciudadana, donde se distinguió por su defensa del diálogo, la institucionalidad democrática y la diplomacia como vía de entendimiento.
Autor de obras de historia política y parlamentaria, entre sus títulos destacan Historia del Palacio de Gobierno, El Vicepresidente: ¿La sombra del poder?, Historia de la Cancillería de la República y Reglamentos históricos del Poder Legislativo boliviano (1831–1884).
Bolivia pierde hoy a un hombre de Estado, un intelectual de la política y un servidor público comprometido. En palabras de sus colegas, Gustavo Aliaga deja un legado de integridad, tolerancia y amor por su país.
Fuente: El Deber